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jueves, 16 de abril de 2009

PERIÓDICO EL FINANCIERO.
LOS SUBRAYADOS SON DE ALERTA

De romanos, bárbaros y supervisores (ESCOLARES)
David Calderón

Aportado por Griselda gaytan


En las grandes batallas de la época romana clásica, se instalaban unas torres desde las cuales un grupo selecto de guerreros experimentados podían ver todo el campo. No estaban metidos en el tráfico intenso de la lucha a nivel de piso, sino que -desde el privilegio de la panorámica- podían hacer los ajustes tácticos a las grandes consignas del estratega, es decir, del comandante a cargo, el general que planteaba la batalla entera. Esos "supervisores" se comunicaban tanto con su superior como con los centuriones a cargo de cada unidad operativa, y su papel era crucial para el éxito. Eso, en principio, es la idea detrás de la función del supervisor escolar. Su papel es garantizar la comunicación entre las autoridades educativas estatales -el secretario, el jefe de nivel- y los directores y maestros de su zona escolar. En el caso de México, es uno de los responsables fundamentales de la calidad educativa, alguien que contribuye decisivamente en el fracaso o el éxito de las políticas.Para empezar, no es contratado a una plaza propiamente de supervisor, sino que es promovido por escalafón. Ello significa que la mayoría de los supervisores en México llegan a ocupar esta responsabilidad en una etapa avanzada de su vida profesional. Son directores de alto aguante, y por ello no es raro que el promedio de edad rebase ampliamente los 50 años. Para llegar a ser directores, antes fueron maestros, de manera que hace mucho, mucho que dejaron de estar frente a un grupo. No son entonces, muchas de ellas y ellos, los más amigos de la innovación y los más dispuestos a los cambios; en muchas ocasiones son el núcleo duro de una resistencia sorda a un sistema educativo mexicano que se asome al siglo XXI. Para seguir, un buen grupo de ellos juega un papel de doble agente: representan a la administración superior, a la Secretaría de Educación, pero también son representantes de la estructura sindical. Acumulan un poder discrecional realmente inquietante: pueden definir cambios en las asignaciones de maestros y directores, desterrar al indeseable y dar dispensas al impreparado; pueden vetar al contrario, manejar el "corrimiento" -el nefasto sistema por el cual los maestros se van corriendo, en efecto dominó, para ocupar las plazas más cercanas a las capitales, de manera que a los niños de las zonas rurales les suelen asignar, en forma tardía, a los maestros de menor preparación y experiencia, y a veces los de peor motivación y pobre desempeño. En fin, nadie que conozca a fondo el sistema de educación pública me dejará mentir: hay supervisores admirables, verdaderos genios tácticos como aquellos romanos de visión privilegiada, pero hay una masa temible de señoras y señores de gesto displicente, nulo compromiso, autoritarismo desesperante; fósiles amenazantes que dan y quitan equilibrio a las escuelas en la medida que así convenga a sus intereses particulares.¿Iniquidad? Bueno, a manos llenas: hay quien supervisa tres escuelas y quien supervisa 45.

En una pequeña localidad hay supervisor de primaria general, de primaria indígena, de educación especial, de educación física, de secundaria, de telesecundaria. Como dicen los gallegos, hay más jefes que indios en esta guerra. ¿Se preparan continuamente? Pocos, pero esos sí, deben invitar u obligar a los maestros a prepararse. ¿Manejan computadoras, son expertos en didáctica, animan a las comunidades educativas como conjunto, especialmente por medio de la corresponsabilidad de los padres? En tus sueños, pues las honrosísimas excepciones confirman la temible regla.¿Y con esa edad promedio y años de servicio, por qué no se jubilan? Porque tendrían que irse con su plaza de maestros, es decir, con un ingreso que representa un cuarto, un quinto o menos aún de su ingreso total. Por eso, cuando en el texto de la Alianza por la Calidad de la Educación se hizo el compromiso de poner a concurso la asignación de directores y supervisores, un rayo brillante de esperanza cortó los negros y densos nubarrones. El tema es el cómo. Sin regularizar el estatus de todos los supervisores del país, y sin un plan sensato de jubilación integral, los supervisores pueden seguir siendo estorbo, viejitas y viejitos dormilones o de plano señoras y señores de horca y cuchillo, más semejantes a los "jefes políticos" del porfirismo que a una figura dinámica de liderazgo educativo, como corresponde a los sistemas actuales. En este tema se verá de qué están hechos la SEP, el SNTE y los gobiernos de los estados. Ya se puede cambiar el currículum, comprarse computadoras o ampliar las jornadas, pero sin una reforma estructural a la supervisión no podemos esperarnos un sistema ágil y justo. No se van a formar en la dignidad y en la democracia millones de niños educados por maestros y directores apergollados por un clan ya no de romanos, sino de bárbaros. Y los supervisores generosos, esforzados e innovadores quedarán como una mutación extraña, un azar de la evolución sin posibilidades de multiplicarse. Mexicanos Primero Visión 2030


Y QUE MÁS AGREGO, PUES QUE NO QUIEREN DEJAR QUE SE LES CELEBREN CUMPLEAÑOS A COSTA DEL SACRIFICIO DEL SALARIO DE PROFESOR TITULADO IMPUESTO POR LOS DIRECTIVOS PARA QUEDAR BIEN CON ESTAS FIGURAS DE PODER.

Miércoles, 15 de abril de 2009

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